Cachi me sorprendió. Es bellísima. Hay que andar unos cuantos kilómetros para llegar pero vale la pena. Es un pueblo de 7000 habitantes que ha quedado disfrutando de un tiempo pasado. Mantiene intacta su arquitectura, sus costumbres y su gastronomía.
Las callesitas son angostas, de piedra, las casas dispuestas al borde de ellas y todas tienen como limite visual los hermosos cerros.
Su arquitectura es colonial. Simple y sin adornos. De paredes blancas, muros anchos construidos con adobe o ladrillos de barro, molduras para sus puertas y ventanas, y hierro en sus rejas y faroles.
Los techos son de chapa inclinada, y se desaguan por medio de varias gárgolas de diseño simple pero cuidado.
Las veredas son angostas de piedras y están altas con respecto a la calle, para prevenir posibles desbordes en épocas de lluvias. La base de las casas también son de piedra.
Las vigas de las aberturas, puertas y ventanas son de madera maciza (algarrobo). Moldura de la misma puerta y farol de hierro de una sencillez extrema.
Encontramos estos simpáticos patios coloniales. Si bien esto es una remodelación se mantuvo el espiritu de antaño, la puerta de dos hojas de hierro y los típicos parrales que darán sombra en el verano. Se continuó con el uso de vasijas de cerámica como macetas.
En el zaguán de la misma casa un mortero antiquísimo de madera, (parece una raíz de un árbol), que se usaba para moler distintas semillas para hacer harinas. En esta zona la producción y consumo de maíz es básica, para preparar los exquisitos tamales y la humita!!!
El techo del zaguán realizado con vigas de madera de la zona y cielo raso de madera de cardón.
Los nuevos vecinos acompañan las características de las construcciones antiguas y la vegetación de Cachi. Aquí vemos macetas en la vereda de un bar con opuntias y cereus.
Silla de algarrobo con asiento de cuero y como escultura un cardón seco con sus típicos huequitos en filas verticales.
En la reforestación de la plaza principal también se priorizó el uso del cardón.
Campanario de la iglesia de Cachi, declarada Monumento Histórico Nacional.
Y frente de la iglesia en la plaza principal, el Museo Arqueológico Pío Pablo Díaz que posee importantes piezas de cerámica que datan desde el año 800 a.C. al 1600 d.C. !!!!
El cieloraso de la galería del museo sostenido por gruesas vigas de madera y cañizo.
Hacia el patio interior también tiene una galería con unos contrafuertes muy sólidos que ayudan en la estructura del edificio. Cardones en todos lados creciendo majestuosos.
Una típica esquina con vereda y escalón de piedra. Me llamó la atención la columna de madera de la esquina de dos puertas hacia ambas calles y con postigones de madera.
La arquitectura moderna respeta las características del colonial español en todo el pueblo. Pequeña cactus en vasija de cerámica en una ventana.
Las acequias de piedra recorren las calles del pueblo dirigiendo el agua hacia sectores bajos. La mayoría de las casas y sus veredas están elevadas con respecto al nivel de la calle.
Disfruté muchísimo en Cachi. Es un destino especial, único, que transmite mucha paz. Donde el tiempo parece detenerse. Y la naturaleza parece a salvo de la civilización.
Hasta la próxima!!! Gracias por leernos!!
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